lunes, 7 de abril de 2025

9 de abril, Asamblea y celebración de la Fiesta Día de la Mujer.

 La Asociación Libre de Mujeres de la Corredoria celebrará  el miércoles 9 de abril el DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER.

Os dejo el cartel informativo.



jueves, 3 de abril de 2025

Sesión del 3 de abril del Club de lectura. " Sálvora, Diario de un farero". Julio Vilches.

En la sesión de hoy el club de lectura de la Corredoria ha debatido sobre el libro de Julio VILCHES,    Sálvora, diario de un farero".



Foto de Julio Vilches. La Voz de Galicia.



Mapa.
Situación geográfica de la Isla de Sálvora en el océano atlántico.



 


Julio Vilches resume veinte de sus 37 años en la isla en un libro basado en los cuadernos de bitácora.

Sálvora fue su primer destino como farero tras las prácticas y el único. El valenciano Julio Vilches, técnico mecánico en señales marítimas, llegó a esta isla de la ría de Arousa en 1980 y este agosto( 2017) realizó su último servicio. Ahora, las primeras dos décadas de esas vivencias acaban de ver la luz en Sálvora, diario de un farero (Hoja de Lata), un libro inicialmente pensado para sus hijas y hermanos. 


 Pocos territorios tan fértiles a la imaginación como el faro. Un lugar simbólico, capaz de atraer todas las miradas al tiempo que arroja luz y que, si nos ponemos grandilocuentes, podríamos definir como luminaria inexpugnable en diálogo permanentemente con Dios y su arbitraria terribilità.

Sin embargo, la vida que nos cuenta Julio Vilches en Sálvora. Diario de un farero (Ed. Hoja de Lata) no es en absoluto ermitaña ni se detiene en teodiceas. La suya es, de hecho, una cotidianidad tan prosaica como extraordinaria.

Una vida de laborioso oficio que requiere limpiar los vaporizadores de carbonilla, desengrasar la óptica, cargar los tanques de petróleo cada dos días, subir y bajar la angosta escalera para encender la linterna; empujar el carrusel de cristales para que adquiera su inercia…

Pero no solo de trabajo vive (o muere) el hombre, ya que durante los 37 años que el farero estuvo destinado en Sálvoraaquel enclave de la ría de Arousa recibió un incesante flujo de amigos y náufragos.

¿Es posible una soledad bulliciosa? En las páginas de su bitácora abundan las fiestas, los amaneceres, los libros; los percebes que se comen como pipas; las noches de guitarra, chimenea y estrellas en el telescopio; los trotamundos que llegan y que se van, las esotéricas sesiones de espiritismo; los ciervos, los caballos salvajes, los amores y dos hijas criadas a la luz del faro: las niñas Isla y Vera.

En resumen, una vida de hippy de los 80, inconformista e iconoclasta, pero con la tranquilidad de haber ganado una oposición del Estado a Técnico de Señales Marítimas, que entonces era garantía de vida extravagante y silvestre, pero muy bien remunerada.

Una existencia ideal para un amante de la intemperie y el salitre, que durante 37 años tuvo en la isla de Sálvora su particular paraíso en la tierra.

Y QUÉ ES SÁLVORA?

Sálvora (ahora de actualidad por el estreno de La isla de las mentiras, una película que cuenta la historia del naufragio del buque Santa Isabel en 1921 y la intervención heroica de tres aldeanas) son dos kilómetros cuadrados de playas y bosques vírgenes en la ría de Arousa.

Hoy pertenece a la Xunta de Galicia y forma parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Igual que las Cíes, es posible visitarla.

Pero en 1980, cuando llegó Julio Vilches, con su oposición a farero en la mochila, la isla era todavía “propiedad feudal” de los marqueses de Revilla y en el pazo de los señores vivía un vetusto guardés, que mantenía a raya a los cazadores de conejos.

En este fragmento, el autor describe cómo era la guerra fría de estos dos mundos tan antagónicos: el del faro y el de los “dueños”:

“Como todos los veranos en agosto, han venido a pasar dos semanas los dueños de la isla, con hijos, niños y allegados…, unas 20 personas que se acomodan en el pazo del puerto. No queremos complicaciones, así que da la sensación de que tenemos un acuerdo tácito: los aristócratas se mueven por la mitad este de la isla, mientras los del faro nos conformamos con la mitad oeste. (…) Pero un día unos niños del marquesado descubrieron a unas amigas que habían venido a vernos tomando el sol discretamente sin sujetador entre unas rocas de la costa sur; avisaron a sus padres y fueron a reprenderlas con el guardés en una escena escandalosa llena de insultos y amenazas”.

------------------------------------------------------------------------------------------------


No hemos podido contar en esta sesión del club de lectura con nuestra responsable actual SANDRA SANCHEZ, al encontrarse a la misma hora en la Sala de Culturias en Avilés, donde se presentaba el número 12 de la Revista Itaca.

Y ella junto con otros poetas daban un  recital de poesía.



Al final de nuestra sesión del club de lectura ( y como hacemos últimamente) una componente ha leido un poema de Juan Ramón Jiménez en memoria de los mineros muertos en la mina de Cerredo., el pasado lunes 31 de marzo.

EL VIAJE DEFINITIVO

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando.
Y se quedará mi huerto con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido,
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y lejos del bullicio distinto, sordo, raro
del domingo cerrado,
del coche de las cinco, de las siestas del baño,
en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu de hoy errará, nostáljico...

Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido...
Y se quedarán los pájaros cantando.