El pasado 9 de octubre nuestros Montañeros Jubilatas hicieron la ruta del Pico Maciédome. 1903 m. José Luis me remite estas fotografías que tomó de la jornada.
Os indico por donde queda. Lo tomo de mendikat.net.
Es la segunda altura del cordal de Ponga, después del Tiatordos ( 1.951 m ). Queda incluído dentro del parque natural de Redes, entorno natural, declarado también reserva de la biosfera, comprende una amplia extensión de 37.808 Ha. dentro de los concejos de Caso y Sobreescobio. Este espacio se encuentra bañado por varios cursos de agua, el más importante de los cuales es el Nalón, que desciende del Puerto de Tarna ( 1.486 m ), seguido por el río Ponga y el Corralín, que labran profundos valles boscosos recubiertos en su mayor parte por hayedos.
Por encima de los 1.500 metros de altitud, estos boscos dejan paso a las praderas de altura en aquellas zonas que no apoderadas por la peña. Un gran catálogo faunístico puebla estas montañas. Desde el oso pardo cantábrico, pasando por el lobo o el rebeco. Dentro de las aves, se encuentran el urogallo o el águila real.
miércoles, 30 de octubre de 2013
Montañeros Jubilatas en el Pico de Valdecebollas. Palencia
Los Montañeros Jubilatas hicieron el pasado día 12 de septiembre la ruta al Valdecebollas. Palencia.
Tomo estos datos de internet.
El pico Valdecebollas (2.143 msnm) es una elevación de la montaña Palentina, en las estribaciones de la cordillera Cantábrica, en el nudo orográfico de La Cebollera, o Macizo de Valdecebollas.[1] Este macizo forma un contrafuerte hacia el S de la sierra de Híjar, también conocida en esta vertiente sur como "Sierra de Peñalabra", al ser esta cumbre la más característica desde esta perspectiva.
Está situado junto a la localidad de Brañosera, en la parte oriental del Parque Natural de las Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina, a unos 20 km de Aguilar de Campoo y de la autovía Cantabria-Meseta.
Os dejo las fotografías que José Luis, uno de los montañeros me remite.
Tomo estos datos de internet.
El pico Valdecebollas (2.143 msnm) es una elevación de la montaña Palentina, en las estribaciones de la cordillera Cantábrica, en el nudo orográfico de La Cebollera, o Macizo de Valdecebollas.[1] Este macizo forma un contrafuerte hacia el S de la sierra de Híjar, también conocida en esta vertiente sur como "Sierra de Peñalabra", al ser esta cumbre la más característica desde esta perspectiva.
Está situado junto a la localidad de Brañosera, en la parte oriental del Parque Natural de las Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina, a unos 20 km de Aguilar de Campoo y de la autovía Cantabria-Meseta.
Os dejo las fotografías que José Luis, uno de los montañeros me remite.
Marcelino en el llamado "Torreón", que es escalonado, y tiene una placa, un buzón y el vértice geodésico.
Desde 1965 en este punto, se celebra una misa en el primer domingo de agosto. Está organizada por los vecinos de Brañosera y Barruelo, y acuden montañeros de las zonas de la Pernía, y de Campóo.
jueves, 24 de octubre de 2013
Preparando los trajes de la Cabalgata de Reyes de la Corredoria
Ayer por la tarde me pasé por el ático del C.S.El Cortijo para ver los preparativos de los trajes de "paje", que elaboran nuestras socias de Mujeres. Se reúnen los martes y jueves. Admiten colaboradoras. Si tienes interés no lo dudes en acudir.
Merce Sánchez a la máquina de coser. A la suya. Cada una de las componentes trae sus propios medios de trabajo. Ole y ole ¡¡¡
Josefina a la plancha, Laura acercándole la ropa, y Merce y Tere a la máquina de coser. Yo estuve únicamente para hacerles las fotos. No presumo de nada más.
Viaje comercial a CANTABRIA (Comillas) de nuestra Asociación
A las 8 de la mañana salió de la Plaza Cuatro Caños el autobús dirección a Torrelavega, en el que viajaban nuestras socias y público en general.
Les hice estas fotografías.
Espero que me remitan otras del viaje. Que las hacen con esos estupendos teléfonos.
Les hice estas fotografías.
Espero que me remitan otras del viaje. Que las hacen con esos estupendos teléfonos.
Tere Ruiz y la atenta mirada de Gely, nombrando a las personas para subir al bus, y acomodarse. Son las 8 menos 10 de la mañana, y es de noche.
Tere me remite una fotografía del Capricho de Gaudí, en Comillas.
Aquí va.
Encuentro de los clubes de lectura con ANTONIO MUÑOZ MOLINA en el Calatrava
Del barrio de La Corredoria acudimos los del Club de lectura de la biblioteca, y del Club de Novela Negra.
Os dejo un enlace del periódico de LNE con dos fotografías.
Vemos a la escritora Elvira Lindo, entre la cronista de Oviedo, Carmen Ruiz-Tilve, y Agustín Iglesias Caunedo, Alcalde de Oviedo.
http://www.lne.es/sociedad-cultura/2013/10/24/munoz-molina-fascina-lectoras/1488839.HTML
Pudimos hacer algunas fotografías que os dejo aquí.
En estas fotos que tomé yo, vemos a Marcelino y Ana C. subiendo las escaleras para ubicarse con el grupo de La Corredoria.
En la TPA se muestra un video de este evento, y dejo aquí la dirección para pinchar.Dolores Plaza me remite esta fotografía en la que se me ve yendo a la mesa del escenario del Calatrava .
La escritora asturiana Dorita García Blanco, entre Tere Ruiz, y Marcelino García, del Club de Lectura de la Corredoria.
Más abajo podéis pinchar y es un video de la TPA, y concretamente se puede ver a Marcelino García, miembro de nuestro club de Lectura, contestando a unas preguntas de la presentadora.
http://www.rtpa.es/sociedad:Molina-reflexiona-con-sus-lectores-sobre-el-impulso-primitivo-de-escribir_111382554504.html
Una de las pocas fotos que pude sacar al escritor Antonio Muñoz Molina. (yo como portavoz del club de Lectura estaba en el escenario con el resto de compañeros lectores).
Yendo a buscar sitio para acomodarse, vemos por la derecha, a Piky, Sandra, Teresa Hevia ( nuestra bibliotecaria), Jesús García, y Manuel .
Dalia ( del club de lectura de Villa Magdalena, y Laura, del de La Corredoria) en el escenario del Calatrava.
Esther, amiga mía de Valladolid me remite este artículo firmado por Elvira Lindo, en relación con este evento .
Lo copio aquí.
Ellas nos mantienen vivos
Las novelas, ya lo ha dicho Ian McEwan, sobreviven gracias a la pasión femenina por la psicología humana
Por razones de corte estrictamente familiar, me he visto esta semana inmersa en la celebración de los Premios Príncipe de Asturias. Además de disfrutar de paseíllos plácidos por las calles que albergaron la pasión de Ana Ozores y de dar cuenta de su extensa y excelsa gastronomía, he asistido a algún que otro acto cultural, para que no se dijera. En uno de esos eventos, el público llenó un auditorio del actualmente polémico arquitecto Calatrava. Llenar un auditorio de Calatrava tiene un mérito enorme porque ya se sabe que los arquitectos estrella tienden a diseñar palacios de congresos en los que cabe más gente que habitantes tiene la propia ciudad en la que se construyen.
Este en cuestión tiene una estructura que a alguien no avisado como yo le provocó un escalofrío. Por suerte, una paisana me sacó de la estupefacción diciéndome que es que para percibir que el edificio tiene forma de cangrejo hay que subirse al Naranco y entonces ya. Ah. Para llenar un auditorio de Calatrava, digo, hace falta mucho personal, pero para llenarlo de lectores se necesita un milagro. El milagro se hizo. Mil lectores, perdón, lectoras, de los clubes de lectura de Asturias consiguieron humanizar lo que sin público es como una nave espacial que de un momento a otro emprenderá el regreso a su planeta. Mil lectoras, porque más de un 80% eran mujeres, acudieron a preguntarle curiosidades y dudas al novelista, después de haber leído sus libros y haber formado parte de intensas puestas en común sobre sus personajes.
¿Dónde estaban los hombres? ¿Dónde los compañeros, maridos o padres de todo ese batallón de aficionadas a la literatura? Las novelas, ya lo ha dicho Ian McEwan, sobreviven gracias a la pasión femenina por la psicología humana. De este puesto del mercado ellas son las principales clientas. No creo que haya que responderles con halagos, más bien con respeto intelectual, que debería comenzar por los propios novelistas que, en ocasiones, se avergüenzan, he dicho bien, se avergüenzan, de cultivar un público casi exclusivamente femenino. Me enternecieron algunas ancianas de más de noventa años, que sin pereza y con aquel espíritu del viejo de Goya del “todavía aprendo” acuden puntuales a sus citas con el club de lectura, y estaban allí esa tarde, en tan calatravesco lugar, para hacer ver que en el tercer acto de la vida la lectura puede provocar emociones que el tiempo dejó atrás.
Por razones de corte estrictamente familiar, mi suegra ha pasado un mes en casa. Me gusta más el término mother-in-law que utilizan los anglosajones, suena más neutro y parece que tiene menos connotaciones referidas al sainete familiar; aunque tal vez mother-in-law también suena a suegra para un angloparlante. El caso es que esta anciana a la que la guerra expulsó de la escuela regresó a los libros después de haberlo hecho casi todo en la vida: trabajar sin descanso (en la casa, en el campo, en las preciosas labores de ganchillo y bordado), parir hijos y no pensar en sí misma.
Para llenar un auditorio de Calatrava hace falta mucha gente. Y para llenarlo de lectores, un milagro
El cuerpo pasa factura y las mujeres que lo dieron todo padecen hoy dolores que, aun denominados por la medicina como artritis reumatoide o artrosis, habría que completar en su ficha médica con la narración de esas vidas: cuidar la casa, lavar a mano en aguas frías, cocinar, atender a los animales, recoger aceituna, parir hijos, hacer preciosas labores de ganchillo o bordado en los ratos libres. Nunca estar sin hacer nada. Cuidarse poco. Hoy, los huesos, las venas de esas madres han dicho hasta aquí hemos llegado. Pero sus mentes se resisten a la jubilación.
Todas las tardes, después de la “novela” televisiva, ella se ha sentado a la mesa del comedor, con un aire algo escolar, como queriendo regresar a la escuela que le fue arrebatada, y ha tomado un libro apoyando los codos sobre la mesa, en la posición de quien quiere cumplir con sus deberes. Por sus manos han caído: Cinco horas con Mario, de Delibes; Patrimonio, de Philip Roth; Recuerdos de una mujer de la generación del 98, de Carmen Baroja y Nessi, y Juan Belmonte: matador de toros, de Chaves Nogales. Tras las dos o tres horas de entrega a un libro en las que se podía escuchar el tenue sonido seseante que surgía de su boca leyendo en voz baja para ayudarse en la comprensión lectora, iniciábamos nuestro íntimo club literario a la hora de la cena. Cómo conseguía que la vida de los personajes o de los autores tuviera algún grado de identificación con la suya propia es un ejemplo del poder simbólico de la narración: la mujer que queda viuda y monologa sobre el muerto; el hombre que se entrega al cuidado del padre (si Philip Roth escuchara la descripción que hace mi suegra de él no se reconocería); la necesidad de ser escuchada de la hermana de don Pío o el mundo de ayer del torero Belmonte. Todas esas experiencias amoldadas a la lectura de una mujer que goza hoy en la vejez de lo que hubiera deseado disfrutar de joven: tiempo para el esparcimiento, conversación y, sobre todo, personas que dan valor a lo que dice y a lo que hace.
Una vez escuché a un escritor, al que no he de nombrar para no avergonzarlo, que quería tener lectores a su altura. Qué pena ser escritor y no saber nada de la vida; ni estar agradecido a quien de verdad te mantiene.
Etiquetas:
Biblioteca La Corredoria. Club de Lectura
martes, 22 de octubre de 2013
Videoclip(oficial) del Dúo LaMar. "No te rindas".
Os dejo aquí la dirección del videoclip del Dúo LaMar, interpretando el poema de Mario Benedetti, "No te rindas" y musicado por Marcelino García.
Está ya en YouTube, y ha sido dirigido por Alberto Nieto Martin (mi sobrino). Es de Creativos Chispa.
http://www.youtube.com/watch?v=LUAPk04uTsk
Espero que os guste.
Está ya en YouTube, y ha sido dirigido por Alberto Nieto Martin (mi sobrino). Es de Creativos Chispa.
http://www.youtube.com/watch?v=LUAPk04uTsk
Espero que os guste.
lunes, 21 de octubre de 2013
Montañeros Jubilatas en Las Foces del Raigosu
Ayer, domingo, el grupo de Montañeros Jubilatas realizó la ruta de las Foces del Raigosu.
A la ruta de les Foces del Raigosu se accede por la carretera que atraviesa las localidades de Ribota y L’Acebal, unos dos kilómetros después de dejar atrás este último pueblo. Un gran cartel señala ahora el inicio de la senda, que tiene una longitud de 7 kilómetros (sólo la ida, otros tantos de vuelta) y que salva un desnivel de 712 metros.
Al principio la ruta discurre entre castaños y con una inclinación suave. En la zona de la Cueva de les Xanes y el cruce para llegar a Los Tornos la senda se vuelve más angosta y discurre junto al río Raigosu, comenzando a recorrer sus foces. Llega el turno de las hayas y los abedules y la pista se estrecha y empieza a ganar altura de forma más rápida, con fuertes pendientes. El final del camino se encuentra en Los Collaos. ( texto tomado de lacuencadel nalon.es)
Os dejo unas fotografías de una ruta estupenda, y muy cuesta arriba"
A la ruta de les Foces del Raigosu se accede por la carretera que atraviesa las localidades de Ribota y L’Acebal, unos dos kilómetros después de dejar atrás este último pueblo. Un gran cartel señala ahora el inicio de la senda, que tiene una longitud de 7 kilómetros (sólo la ida, otros tantos de vuelta) y que salva un desnivel de 712 metros.
Al principio la ruta discurre entre castaños y con una inclinación suave. En la zona de la Cueva de les Xanes y el cruce para llegar a Los Tornos la senda se vuelve más angosta y discurre junto al río Raigosu, comenzando a recorrer sus foces. Llega el turno de las hayas y los abedules y la pista se estrecha y empieza a ganar altura de forma más rápida, con fuertes pendientes. El final del camino se encuentra en Los Collaos. ( texto tomado de lacuencadel nalon.es)
Os dejo unas fotografías de una ruta estupenda, y muy cuesta arriba"
panel indicativo al inicio de la senda. Hicimos la ruta marcada en rojo. 7.kms de ida y lógicamente los 7 kms de vuelta.
José Luis, y el resto del grupo entretenidos con unas cabritas y un perrito que estaban en un cercado. Qué monada de perrito¡
Marcelino y el grupo observando unos árboles caídos. Estaban señalados con pintura roja y unas letras.
Llegando ( aún faltaba un buen trecho cuesta arriba) a Los Collaos, lugar donde pudimos comer. Soplaba el viento.
Tomando el café que siempre nos prepara Puri. Esta vez nos reconfortó tomarlo bien calentito. Cómo soplaba el viento en la cumbre.....
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