Me encantan estos árboles tan floridos.
Me fijo en ellos cuando voy a coger el tren, por la mañana temprano, o al regreso sobre las 3 de la tarde .
El otro dia, me decidí, saqué la cámara del bolso y los fotografié.
Hay uno que parece que está iniciando un paso de baile y se cimbrea al viento. Y detrás de él se ven los dos hórreos del parque La Cabornia. Justamente encima del edificio de la estación.
El otro, firme y abriendo sus ramas como "estirándose" en un ejercicio de yoga, tiene detrás suyo el I.E.S de la Corredoria.
Creo que son "cerezos japoneses".
Y las flores que tienen... Que preciosidad.
Luego se irán cayendo, pero he intentado plasmar " lo efímero".
No sé si habré captado toda su belleza.
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